¿Qué tienen en común las margaritas y los lagartos? Pues nada, pero me gustan. Y como me gustan un montón de cosillas más, que no tienen nada que ver las unas con las otras pero que me producen pequeñas felicidades cotidianas, he decidido crear este "cajón desastre" donde encontrar de todo un poco, quizás sin orden, quizás sin lógica, pero al fin y al cabo así soy yo.





lunes, 28 de febrero de 2011

¿Somos raros?

La inercia de la rutina nos arrastra, nos lleva, sin darnos cuenta, a empujones por caminos que nosotros no hemos escogido y, sencillamente, nos dejamos llevar convencidos que aquello es lo políticamente correcto porque es lo que hace la mayoría. Pero, algunas veces, un buen día frenamos en seco y ya no estamos tan seguros de querer seguir por el mismo camino que llevan todos los que nos rodean, pero nos da miedo salirnos de la "norma", nos da miedo convertirnos en "los raros" y la decisión es tan sólo nuestra. Vale la pena de tanto en tanto pararse a mirar de donde venimos, y sobre todo a decidir a dónde queremos ir. Quizás a esto se le pueda llamar "crisis", quizás sí, pero yo creo que vale la pena cualquier intento de cambio si con ello ganamos en felicidad, al fin y al cabo eso es evolucionar, no?

Vidas pequeñas


Día a día, muchas personas, viven sus vidas pequeñas. Pequeñas, porque ellos mismos las han empequeñecido. Pequeñas porque a veces las han escondido de las miradas del resto de la gente. Pequeñas porque no sintieron la necesidad de "mostrarlas" celosos de su intimidad. Pequeñas porque comparadas con las "grandes" vidas abiertas de los demás las suyan parecían simples y comunes. Todo es un espejismo. Si nos parásemos a contemplar esas "grandes" vidas de aquellos que presumen tanto, de esos que parecen tan felices, de toda esa gente tan competente e interesante, si nos detuviéramos a observar sus reacciones, sus emociones, sus movimientos, si "rascásemos" un poco su falsa corteza descubriríamos la verdadera esencia de sus vidas, descubriríamos que, la mayoría de veces, nada es lo que parece. Todo se limita a "vender" una imagen, con una bonita fachada adecuada a las circunstancias, al momento, a la posición social, a lo que la gente espera,... pero una fachada al fin y al cabo. Y, entonces, ¿quién es el que tiene realmente una vida pequeña?

domingo, 20 de febrero de 2011

Azul


Camina,
sin pensar dónde te lleven tus pies,
siente,
la brisa salada en tu rostro,
dibuja,
tus huellas en la arena mojada,
escucha,
el rumor hipnótico de las olas,
vacía,
tu mente de absurdos pensamientos,
disfruta,
de la belleza del azul.

Inspira paz,
cierra los ojos,
vuela,
saborea sal,
acaricia felicidad.
No busques más.
¡Está ahí!

¡Tan poco necesitamos
y tanto exigimos a veces!

viernes, 18 de febrero de 2011

Propósitos

La verdad es que cuesta sonreír en la cinta del gimnasio, pim, pam, pim, pam, un paso otro paso, un paso otro paso, más rápido, pim, pam, pim, pam, subir velocidad, trotar, trotar y trotar, un poco más... no puedo más! Uf! Qué cansado es intentar estar en forma. Este año (como cada año) decidí ponerme en forma, dejar de fumar y aprender inglés (sí, ya sé que es poco original), pero alguna vez tiene que ser la definitiva, digo yo. De momento el inglés lo tengo un tanto aparcado (no vamos bien!), el tabaco también lo tengo aparcado, pero aparcado en el cajón (ahí sí vamos bien!), 1 mes, 11 días y unas cuantas horas sin humo y, en cuanto a ponerme en forma... estoy en ello, pero es agotador! Es cierto que pretender después de veintitantos años de sedentarismo, subirse a una cinta y correr media horita sin más sin sacar el hígado por la boca, es como misión imposible, pero no deja de producirme un cierto bochorno que a los dos minutos ya esté pensando en encontrar alguna excusa para abandonar. En la pared frontal del gimnasio hay dos frases muy oportunamente colgadas en la pared, grandes, muy grandes, que dicen "la constancia es la clave del éxito" y "todo esfuerzo tiene su recompensa", ¿cuántas veces se pueden llegar a leer estos mensajes en media hora? muchas, muchas, muchas... tantas como tentaciones de abandono se van cruzando por mi cabeza y por mis piernas. Y así, entre lectura, lucha interior, búsqueda de oxígeno, recuento de minutos, paseos y trotes, llego tres veces por semana al minuto 30 y, me sonrío al bajar de la cinta, pensando que quizás el próximo día esa media horita se hará más corta.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Dar gracias

Para sonreir es importante sentirse bien, y para sentirse bien es fundamental no tener carencias, y cuando hablo de carencias me estoy refiriendo a cualquier tipo de necesidad, desde afectiva, económica, laboral o académica. Cada necesidad implica una ansiedad y cada carencia implica un sentimiento de frustración, sobre todo cuando no sólo nos implica a nosotros mismos sino que abarca a lo que mas nos duele, a nuestros seres queridos. Hoy en día, miremos donde miremos, encontramos muestras de estas penurias, todos conocemos a alguien que las sufre y, aunque muchas veces queramos ayudar, tampoco sabemos muy bien como hacerlo, otras veces escondemos la cabeza fingiendo no ver la evidencia, es más fácil mirar a otro lado e ignorar la realidad, pero es inevitable no sentir ese sentimiento de angustia en nuestra conciencia. Cada día doy gracias, no sé si a Dios o a quién corresponda, pero siento esa necesidad de agradecerle a la vida todo aquello que me ha dado, porque sé que todo es efímero y que esta vida igual que te lo da, te lo puede quitar todo, y no somos conscientes de ello hasta que es demasiado tarde. Me siento afortunada, y eso no es poco en los tiempos que corren, pero este sentimiento me provoca un cierto temor, miedo a que esta verdad sólo sea una verdad pasajera, un espejismo, y, mientras tanto, no puedo evitar vivir mi día a día con un cierto pudor, porque no logro no sentir una punzada de culpabilidad por sentirme bien, cuando a mi alrededor la realidad es otra. La vida es injusta muchas veces, sí, pero otras muchas, vivir es una experiencia maravillosa. Por ello no me canso de dar gracias.

martes, 15 de febrero de 2011

La vida es un espejo



"Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma" 
                                        Jorge Drexler



LA VIDA ES COMO UN ESPEJO,
TE SONRÍE SI LA MIRAS SONRIENDO.