Este ha sido mi primera experiencia con el fondant, y he querido empezar por todo lo alto haciendo un pastel de Minion para el cumpleaños de mi hija. No ha quedado perfecto, pero tampoco está nada mal para ser el primero.
Da faena, mucha faena, pero es divertido, y más divertido es ver las caras y los comentarios de la gente al verlo. Valen la pena las horas invertidas.
Para darle altura al pastel preparé 3 bizcochos de unos 15 cm de diámetro y el último de arriba lo recorté para darle forma redondeada para hacer la cabeza. Los rellené de buttercream y mermelada de fresa alternativamente y lo cubrí de buttercream también como base para el fondant, lo envolví todo con papel film y lo dejé reposar una noche para que asentara el bizcocho.
Al día siguiente preparé la base de fondant amarillo amasándolo y estirándolo y cubrí la tarta con cuidado alisándolo lo máximo posible sin romperlo (cosa que en algunos puntos no pude evitar porque hacía mucha calor y el fondant se me quedaba muy blando), luego poco a poco fuí modelando los brazos, las piernas, los zapatos, la ropa, el ojo, la lengua... con fondant de diferentes colores o con tintes sobre blanco.
Después de mucho trabajo y algunos inconvenientes, el resultado fue este:
A pesar de los fallos mi hija quedó encantada con su Minion en su 22 cumpleaños. Felicitats Laia!
