31 marzo 2012
Después
de un buen viaje de 2 horas con Ryanair sin turbulencias apenas, llegamos al
aeropuerto de Fez. Pequeñito. Hay que hacer la cola para entregar la hoja del
control de viajeros, y luego la cola para cambiar los euros a dirhams. Las maletas ya han salido. Del avión
a la entrada de la terminal hay unos escasos 100 metros y todo va más rápido de lo que
esperábamos, en menos de 20 minutos hemos salido, pasado el control, cambiado
el dinero y recogido las maletas.
Fuera del control nos espera Ahmed, nuestro
guía a partir de hoy. Nos lleva hasta el Riad Tafilalet en el norte de la
Medina escondido en un callejón donde uno no llega ni perdiéndose, los coches
no entran, sólo carritos y mulas.
La medina es un laberinto de callejuelas pero
eso será mañana cuando lo veamos.
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Callejuela de la Medina |
El Riad es precioso con un patio en el centro
donde dan todas las habitaciones. Tiene una fuente en el centro y está decorado con muy buen gusto. Las habitaciones son grandes, la de los niños son dos habitaciones unidas, con 4
camas.
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Riad Tafilafet |
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habitación del Riad |
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Baño de la habitación |
Mohamed nos acompaña hasta la terraza de arriba del Riad, se ve toda la
Medina. Es la llamada a la oración, las 7 de la tarde, se empiezan a escuchar
los cánticos y se van acercando. La última llamada a la oración será a las 8,
justo cuando ya se ha puesto el sol.
Desde la terraza se ve todo el laberinto
de la Medina, se extiende inmensa, viven unos 3 millones de personas en Fez, la
mayoría en la medina. Tomamos un té a la menta en la terraza contemplando la
puesta de sol, aunque está nublado y no luce mucho, pero es lo que hay.
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Vista de Fez desde la terraza del Riad |
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Té a la menta en la terraza |
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Atardecer en Fez |
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La terraza iluminada |
Hemos quedado
para cenar a las 8. Cenamos unas ensaladas de diferentes vegetales y pollo al
limón, hay hambre y está rico.
El encargado del Riad habla un buen rato con
nosotros y nos comenta algunas palabras en árabe, shukran (gracias) inshalá (si
alá quiere) besaja (buen provecho, bismila (en nombre de Dios)… La mayoría de
trabajadores del Riad son del desierto que han venido a trabajar a la ciudad,
Mohamed era conductor de dromedarios y el encargado Ibrahim empezó vendiendo
fósiles a los turistas en el desierto cuando era pequeño. Hablan un poco de
todos los idiomas y son encantadores. Los dos son bereberes y nuestro guía Ahmed
también. Notan la crisis de Europa al llegar menos turistas y los vuelos a Fez
han pasado de unos 10 a la semana de diversos puntos de España a sólo 1 desde
Gerona. Aquí el sueldo medio ronda los 250 euros al mes, aunque hay gente que
trabaja por 5 euros al día. La agricultura y el turismo son su manera de vivir,
pero este año hay mucha sequía y la cosecha de trigo se va a perder si no
llueve.
Estamos un poco cansados aquí son 2 horas menos y se nota, mañana hemos
quedado a las 8 y media con un guía para ver la Medina con él, y luego sobre la 13:00 h. nos iremos ya con Ahmed hacia Erfoud, la puerta del desierto, con 400 km por
delante, casi ná! sobre todo porque las carreteras del sur de marruecos no son las mismas que las de Europa, así que, buenas noches.
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